Actualidad
Voces que nos inspiran para la igualdad de género
Nuestras compañeras nos invitan a reflexionar sobre la presencia de la mujer en el sector tecnológico
Ojalá el problema fuera solo en ámbitos tecnológicos
El primer día que fui plenamente consciente de que no era una estudiante más en la carrera de telecomunicaciones fue cuando vi mi nombre subrayado en rojo en las listas de personas admitidas. Al final ponía “ya son un 11%”. Esa frase me ha acompañado durante mucho tiempo esperando que, con el tiempo, cada vez fuéramos más.
El otro día en el Mobile World Congress tuve la sensación de que, aunque han pasado muchos años desde aquel día, la película no había cambiado demasiado. De hecho tuve la sensación contraria, no vi por ningún lado que ese 11% hubiera crecido. Al salir del MWC, le seguía dando vueltas a los ratios, pero el taxista que me recogió me amplió el horizonte. Me explicó que estaba muy preocupado, era ucraniano y llevaba dos días sin saber nada de su madre, que estaba en Járkov. Las comunicaciones no iban y su madre no podía dejar la ciudad, pero resistía.
La resistencia y las mujeres…
Por la noche, en las noticias vi a una anciana en Rusia, Yelena Osipova, en primera línea de una manifestación por la paz en Ucrania, valiente, a sabiendas de lo que significa manifestarse en Rusia.
La determinación y las mujeres…
Somos la mitad de la población, asistimos a congresos, resistimos ante la injusticia y luchamos por nuestras ideas; tenemos voz, opinión y formación y, aun así, no conseguimos que se nos oiga. Ojalá el problema fuera solo que no hay mujeres en ámbitos tecnológicos. El gran problema es que no hay suficientes mujeres, ni suficiente feminismo, en ámbitos de decisión. Está claro que las políticas actuales no están funcionando. O nos centramos, de verdad, en educar a todos en la igualdad de derechos y oportunidades, y aceptando la diversidad, o no habrá cambios de calado.
Debemos mostrarnos como referentes
El 8 de marzo es el día en que celebramos los logros conseguidos respecto al papel de la mujer en la sociedad, pero también reivindicamos mayor visibilidad y esfuerzo que nos permitan lograr la plena igualdad con el hombre en todos los aspectos.
Hoy me gustaría centrar mi reflexión en el papel de la mujer en el ámbito tecnológico. Se trata de un campo donde hemos experimentado grandes avances en lo relativo al plano formativo y profesional en las últimas décadas, pero también donde aún hay una brecha importante relacionada con el género. Y es que hoy en día muchas niñas aún ven la tecnología, ciencia o ingeniería como ámbitos tradicionalmente masculinos y ello hace que inconscientemente renuncien a este tipo de carreras profesionales.
Creo que las mujeres que trabajamos en este sector debemos mostrarnos como referentes y dar visibilidad para generar confianza en las próximas generaciones. Personalmente mi experiencia es muy positiva, ya que el haberme desarrollado en este ámbito me ha aportado no solo conocimiento, sino una manera de afrontar el día a día que tiene mucho que ver con tener curiosidad y la confianza en mí misma para resolver los retos que nos encontramos, tanto en el plano profesional como también en el personal.
Confío en que como sociedad sigamos contribuyendo a visibilizar las enormes oportunidades que las mujeres podemos encontrar en materias tecnológicas, y sin duda, creo que el compartir nuestras propias experiencias es un paso fundamental para lograrlo.
La tecnología no resolverá los problemas de la sociedad, sino las personas, desde su diversidad
Como persona, y también como mujer, creo en la diversidad como elemento fundamental para cualquier avance tecnológico.
Esa diversidad en opiniones, formas de hacer, conocimiento, enfoques y maneras de ver las cosas que pasan en el mundo nos permite diseñar y desarrollar una tecnología inclusiva y sostenible a lo largo del tiempo.
Por ello, creo que el papel de la mujer es crucial en la tecnología, para diseñarla y para desarrollarla. Cada persona aportando desde su prisma aumentará el valor del resultado.
Somos cada vez más conscientes de esa necesidad. Ya sabemos que los avances tecnológicos pueden habilitar grandes cambios en nuestra sociedad. Ya estamos viendo cómo se crean nuevos servicios, productos y modelos de negocio gracias a esas tecnologías. Pero la tecnología no resolverá los problemas de la sociedad. Son las personas, desde su diversidad, las que diseñarán y crearán esos servicios.
Por tanto, no hay duda que aquí la mujer tiene y tendrá un papel muy relevante. Aunque nos quede camino por hacer, en educación y en entornos laborales, veo cambios y muchas oportunidades cuyo éxito dependerá del enfoque que utilicemos para abordarlos.
Es fundamental invertir en programas educativos STEAM en edades tempranas
El papel de la mujer es clave en la tecnología, y todavía estamos desaprovechando muchísimo talento femenino. Aunque hay señales de que alguna cosa está cambiando, porque gracias a la tecnología hay más visibilidad y más referentes y esto a la vez atrae a más mujeres al sector tecnológico, hay varios estudios que concluyen que conseguir la igualdad de género nos costará más de 100 años. Además, la situación ha empeorado con la pandemia.
Y es que solo hacía falta pasearse por el Mobile World Congress la semana pasada, como me comentaba una compañera, para darte cuenta de que faltan mujeres (o peor, las que había eran azafatas en alguno de los stands).
Para conseguir mejorar la situación de la mujer en el sector tecnológico creo que es fundamental invertir en programas educativos STEAM en edades tempranas (7-10 años) para que las niñas no descarten ya en ese momento las ciencias, entiendan el papel de la tecnología y tengan referentes femeninas. También veo clave la corresponsabilidad en la crianza de l@s hij@s y, aunque no lo veía una buena idea, creo que será necesario el uso de cuotas para poder dar un empujón y mejorar la situación de la mujer.
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