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Por qué deberías apostar por la cocreación en consultoría
Un vínculo de compromiso y confianza entre cliente y proveedor hará mucho más fácil el resto del trabajo
Este artículo podría resumirse en cuatro palabras: tu problema, tu solución. Dicho esto, demos algo más de detalle.
Empecemos siendo sinceros: es probable que contratar a una consultora no sea tu opción favorita. Seguramente preferirías trabajar en tus proyectos en casa, con total control y responsabilidad sobre los mismos. Pero sabes que este no es siempre el mejor camino. A veces te enfrentas a problemas que escapan de tu área de conocimiento; a veces no puedes dedicar tus propios recursos al desarrollo del proyecto, y otras lo intentas, pero no obtienes el éxito esperado.
Ante estas situaciones, es totalmente recomendable contar con el apoyo de un equipo de consultores. Te aportarán el conocimiento específico que necesitas; te nutrirán con sus experiencias previas y ejecutarán el proyecto con eficiencia. Ahora que has decidido contratar a una consultora, te preguntas lo siguiente: ¿cómo saco el máximo provecho de esta colaboración? A mi parecer, hay tres factores a tener en cuenta:
Personalización
Compromiso
Transferencia
Todos ellos son elementos de gran relevancia al externalizar un proyecto. En este artículo te explicamos por qué son importantes y cómo pueden favorecerse a través de la cocreación. Pero, antes de entrar al detalle de cómo la cocreación nos ayuda, veamos qué entendemos en Nae por cocrear.
Qué entendemos por cocrear
Cocrear es trabajar con el cliente. Y en Nae entendemos por cliente a cualquier persona que se vea afectada por nuestros proyectos. Abarca, desde a la persona que nos contrata, hasta la capa más operativa, llegando a incluir al cliente del cliente cuando este es el usuario final a quien queremos aportar valor.
La cocreación puede alcanzarse con múltiples actividades. A menudo se realiza en forma de workshops donde se crean equipos de trabajo que intercambian información en sesiones dinamizadas por un facilitador. En otros casos, se recurre a actividades menos demandantes para el cliente, como son las encuestas, los safaris o los mystery (u otras técnicas habituales en las metodologías de diseño centrado en el usuario).
Los objetivos de las actividades de cocreación no tienen límites. Podemos cocrear para recopilar insights; levantar retos; alinear expectativas o estrategias; generar ideas; priorizar acciones; anticipar riesgos, etcétera. En definitiva, cualquier acción que requiera poner en común varios puntos de vista.
No realizamos un taller de cocreación esperando que los participantes desarrollen conceptos complejos: su función es ofrecer información desde la experiencia. Queremos compartir todo el conocimiento disponible lo antes posible, de una forma estructurada y ágil, para apoyar la toma de decisiones posterior.
Ahora que tenemos claro qué entendemos por cocreación, veamos cómo facilita la personalización, el compromiso y la transferencia. Analicemos por qué deberías apostar por una consultora que está dispuesta a cocrear contigo.
Personalización
El one-size-fits-all no existe. Puedes contratar a una consultora que haya resuelto un problema parecido un centenar de veces, pero, si buscas la mejor solución para tu negocio, nunca será la misma que ejecutaron en el pasado. Solo tu equipo conoce los obstáculos del día a día, lo que piensan los compañeros y las sensibilidades de la organización.
Al iniciar un proyecto, puedes inundar a los consultores en documentación, pero difícilmente encontrarán allí la información que necesitan para pensar como tú. Si quieres construir soluciones de valor, tienes que estar dispuesto a participar activamente en el proyecto para trasladar las necesidades únicas de tu negocio. Para que sea tu solución, debes formar parte de ella.
Compromiso
Debemos jugar en equipo. Las dinámicas cliente-proveedor no destacan por ser las más eficientes. Invitan a traspasar responsabilidades de un lado a otro y generan conflictos de intereses que no siempre encaminan hacia la mejor solución.
Las actividades de cocreación permiten establecer objetivos comunes, diluyen la distancia entre cliente-proveedor y generan una responsabilidad compartida entre ambas partes. Aunque estas actividades sean limitadas (no estamos trabajando juntos durante todo el proyecto), nos permiten establecer un vínculo de compromiso y confianza entre ambas partes que hará mucho más fácil el resto del trabajo.
Transferencia
Los consultores se van. Lo más probable es que contrates a un equipo de consultores por unos meses, pero que aquello que hayan desarrollado siga en tu organización por mucho más tiempo. Ya sea un plan estratégico o un programa informático, hay algo a lo que dar continuidad.
Todos hemos comprobado que la mejor manera de aprender es aprender haciendo y que tenemos una estima especial por aquello que hemos creado nosotros mismos. En el ámbito del desarrollo de proyectos, pasa exactamente igual. La mejor herramienta de transferencia del conocimiento y gestión del cambio es, sin duda, haber sido partícipe del desarrollo.
Sobre 2Go2gether
En Nae disfrutamos creando estas relaciones de confianza, donde cliente y proveedor vestimos la misma camiseta para cocrear hacia un objetivo común. A esta manera tan nuestra de hacer las cosas la hemos convertido en metodología y la hemos llamado 2Go2gether: una metodología colaborativa, ágil y centrada en el cliente, que nos ayuda a promover el cambio en las organizaciones de una manera cercana, experta y retadora.