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Previsiones en movilidad para el 2020
Analizamos las tendencias en el sector móvil para los próximos cinco años
Ericsson ha expuesto en su “Mobility report 2015” sus previsiones en el uso del móvil para los próximos cinco años. Un periodo que se presenta clave por el rápido crecimiento en el número de usuarios, la penetración de smartphones y tecnologías de alta velocidad, así como la irrupción de nuevos usos (internet de las cosas).
Estos son algunos de los resultados clave que nos ayudarán a entender hacia dónde evoluciona el sector:
Para 2016 se espera que el número de usuarios de smartphones sea el mismo que el de teléfonos básicos tradicionales, y el doble en 2020. Sobre todo por una mayor accesibilidad en los mercados en desarrollo como Asia Pacífico, Oriente Medio y África.
El 90% de la población mayor de 6 años tendrá un móvil (9.200 millones de usuarios), y un 70% (6.100 millones) utilizarán smartphones (actualmente son 2.600).
El 5G estará disponible comercialmente en 2020 y la adopción se prevé más rápida que la del 4G. Este crecimiento estará impulsado por nuevos usos, sobre todo en el ámbito de la comunicación entre máquinas.
El 80% de los usuarios dispondrán de banda ancha móvil y habrá 3.700 millones de usuarios de LTE, aunque la tecnología más utilizada será WDCMA (3G):
El crecimiento de los usuarios de smartphones en Europa Occidental (WE) será de 140 millones, y en Latinoamérica (LAM), de 330:
Sin embargo, el uso de datos será mayor en Europa:
A nivel global, el uso de datos se multiplicará por diez y el 80% de todo el tráfico generado se producirá a través de smartphones, donde destaca la reproducción de vídeo (un 60% del total) por los nuevos hábitos de consumo en streaming.
Las perspectivas descritas por Ericsson, más realistas que en ediciones anteriores, junto con tendencias similares en infraestructura fija, señalan un enorme potencial para la sociedad en su conjunto, y para la industria de las telecomunicaciones en particular, pero a su vez las colocan ante un desafío con pocos precedentes:
El aumento de la complejidad en el despliegue y superposición de distintas redes, incluida la cristalización de la llamada 2G como servicio básico de voz.
Mantener la calidad de la experiencia del cliente y adecuarse a mayores expectativas.
La definición de un modelo de valor que ajuste las inversiones a los ingresos.
Para la sociedad y los reguladores queda el desafío de garantizar que estas oportunidades se transformen en incremento de la productividad y la competitividad y en herramientas para aumentar el bienestar social y disminuir la desigualdad y la pobreza. Esto se produce, además, en un contexto de mercado esencialmente liberalizado y con un número de jugadores fundamentalmente decreciente, tras las recientes fusiones y compras entre operadores.
Para ello es imprescindible aplicar una estrategia ambiciosa pero realista, una gestión eficaz y profesionalizada, que se base en la experiencia y no tema al cambio, y una operación centrada en el cliente y en la eficiencia.