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¿Qué es la #eSIM, cómo funciona y qué oportunidades ofrece?
GSMA avanza en el estándar de la SIM embedida, esencial para el #IoT
La e-SIM (Embedded Subscriber Identity Module, módulo de identificador de abonado embebido) es una extensión de la actual tecnología SIM pero en la que el chip físico ya se encuentra integrado en los dispositivos.
GSMA, la asociación que representa a la mayoría de operadores de telecomunicaciones, empezó a trabajar en la definición del estándar en 2013, y a principios de 2016 publicó las primeras especificaciones para garantizar la interoperabilidad entre operadores, fabricantes y plataformas.
La SIM embebida dispone de las mismas funcionalidades que una SIM extraíble, pero de otra forma: el chip está soldado de forma permanente al dispositivo. Tiene 8 pins eléctricos, iguales que los 8 contactos de una SIM. Al no ser extraíble los perfiles de nuevos operadores se descargan cuando se requieran, de forma segura, Over the Air (OTA).
La SIM de máquinas y wearables
La e-SIM se considera esencial para el desarrollo y la evolución del M2M (Machine to Machine) y el IoT. Según el Mobility Report de Ericsson, de los 28.000 millones de dispositivos conectados que habrá en 2021, más de la mitad serán del internet de las cosas.
La producción es barata y por su pequeño tamaño se adapta fácilmente al creciente mercado del IoT. Su tamaño permite la implementación en wearables o dispositivos pequeños, y para los fabricantes significa un único diseño con alcance global y duradero (más de diez años).
La gran mayoría de dispositivos actuales que tienen capacidad para usar redes 3G/4G solo utilizan WiFi, y con la eSIM también se evitaría que wearables como relojes dependan de un smartphone para conectarse, por ejemplo vía Bluetooth.
Un cambio en el ciclo de vida de la SIM
La SIM embebida supone un cambio del modelo lineal que se utiliza hoy…
…a un modelo basado en resultados con aprovisionamiento remoto:
El ecosistema incluye dos nuevas entidades
En la arquitectura de un sistema básico de SIM embebida, al fabricante del chip, llamado eUICC (Embedded Universal Integrated Circuit Card) y al operador móvil, se añaden dos gestores:
El Subscription Manager – Data Preparation (SM-DP), que empaqueta de forma segura y gestiona la instalación de los perfiles para ser aprovisionados con la SIM.
El Subscription Manager – Secure Routing (SM-SR), que asegura el transporte seguro de los comandos de gestión de la SIM para cargar, activar, desactivar y borrar perfiles.
¿Cómo funcionan los perfiles en una eSIM?
Una eUICC puede contener cuantos perfiles se consideren (por ejemplo de los operadores de un país), siempre y cuando la memoria lo permita (un perfil ocupa mínimo 64 Kb).
El primer perfil es el llamado de aprovisionamiento y tiene dos funciones principales:
Cuando un dispositivo se conecta por primera vez, la eUICC ya provee de conectividad. A partir de ahí se podría descargar un nuevo perfil.
Si en el ciclo de vida de la eUICC hubiera algún problema con el perfil activo se podría volver automáticamente al perfil de aprovisionamiento en un proceso de restauración.
Luego se podría instalar un nuevo perfil, por ejemplo de un operador en un país extranjero, que se descarga vía OTA. Toda la gestión (descarga, activación, borrado) se realiza desde un servidor remoto, a través de las entidades SM-DP y SM-SR antes mencionadas.
Un ejemplo de caso de uso
El fabricante de un dispositivo instala un primer perfil en la eSIM para ofrecer servicios de conectividad con un operador.
El cliente compra el dispositivo con la eSIM instalada. El perfil aprovisionado es el único disponible.
Cambia el perfil para empezar a utilizar los servicios de un nuevo operador móvil.
Transfiere la suscripción entre dispositivos.
Cancela la subscripción con el operador que está utilizando y vende el dispositivo.
Riesgos y oportunidades
Para los fabricantes de dispositivos del IoT, la eSIM supone la capacidad de construir, por ejemplo, wearables, que luego se activarán en el país de destino, facilitando la conectividad y llegar a nuevos segmentos del mercado.
Los operadores móviles tienen la oportunidad de tomar una posición de liderazgo en el internet de las cosas, y la posibilidad de ofrecer ofertas convergentes (varios dispositivos con el mismo contrato). Sin embargo la facilidad del usuario para darse de alta con un operador es la misma que para cambiar a otro, y este escenario es uno de los señalados como causante del retraso actual en la implantación de la eSIM.
La eSIM ahorra un 90% de espacio respecto a una tarjeta SIM (que se puede destinar a ampliar la batería), y con una durabilidad mayor (soporta el calor y las vibraciones), fabricantes de vehículos como General Motors, Renault Nissan, o Volvo, ya se han comprometido con el estándar.
La hoja de ruta de la industria
GSMA definió dos fases para implantar la tecnología antes de 2017, primero en wearables, y luego en smartphones. Pero, aunque Samsung incluyó la eSIM en su reloj Gear S2, como estaba previsto, hay un retraso general en la industria, que apunta al escepticismo de los operadores, antes señalado, sobre el impacto que tendrá en sus modelos de negocio.
Sin embargo, en 2017, ya ha habido movimientos importantes. AT&T ha confiado en el fabricante de SIMs Gemalto para gestionar las suscripciones de IoT con su sistema de SIM embebida. Bridge Alliance, que reúne a 35 operadores de Asia, Australia, África y Oriente Medio, que dan cobertura a 800 millones de usuarios, también apuestan por la solución de Gemalto.
GSMA ha publicado una segunda versión de las especificaciones técnicas y espera que el lanzamiento de dispositivos con esta tecnología aumente a lo largo del año.