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El mercado latinoamericano de telecomunicaciones
Para satisfacer la creciente demanda de servicios se están abordando transformaciones tecnológicas de gran envergadura
Los mercados emergentes representan una gran oportunidad para el sector de las telecomunicaciones: el reciente anuncio de Google de participar en despliegues inalámbricos en países del África subsahariana o del Sudeste asiático es una muestra de que en los próximos años serán necesarias importantes inversiones para satisfacer la demanda de servicios de países con una economía cada vez más pujante.
Un claro ejemplo es América Latina. El informe Telecomunicaciones en Latinoamérica, publicado en 2013 por la Asociación Iberoamericana de Centros de Investigación y Empresas de Telecomunicaciones (AHCIET), ofrece un dato muy revelador: en 2011 se alcanzó en América Latina una penetración del 100% en telefonía móvil, rompiéndose así una de las brechas tecnológicas que separan a EEUU y Europa de América Central y del Sur.
La penetración de banda ancha en los hogares sudamericanos, en cambio, se sitúa en torno al 34% en 2012, alejada de Europa (70%) y EEUU (casi del 80%). Además se da la circunstancia de que esta brecha tecnológica se ha incrementado en los últimos años según datos de la OCDE, si bien la situación en la región no es uniforme y en países como Colombia, Brasil, Uruguay y Chile el desarrollo de la banda ancha es superior respecto al resto de países del continente.
Si ponemos el foco en la banda ancha móvil, en los últimos cinco años, la penetración en América Latina creció a un ritmo anual de 127%. Y las previsiones para los próximos años son espectaculares: en tres años el tráfico de datos originado en la red móvil será 18 veces mayor al volumen de 2011, según las proyecciones de Cisco Systems, y se espera que las suscripciones de banda ancha móvil se multipliquen por 5 durante este periodo, hasta alcanzar los 300 millones.
Estas cifras se soportan en otra no menos impresionante, el aumento de la clase media en la región en los últimos 6 años ha sido de un 50%, lo que ha originado una fuerte demanda de servicios.
En el caso de Brasil, estos crecimientos se verán alimentados por la celebración de la Copa del Mundo de fútbol en 2014 y los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro en 2016. Al desafío de dotarse de unas infraestructuras de comunicaciones u hoteleras se añade el desarrollo de las redes de telecomunicaciones que soporten la demanda que originan eventos de esta magnitud.
Para satisfacer esta creciente demanda de servicios se están abordando en la región transformaciones tecnológicas de gran envergadura. Por ejemplo en la actualidad se están desarrollando en el continente importantes despliegues de FTTH:
En Brasil Telefônica/Vivo espera doblar su base de clientes durante 2013 y alcanzar los 230.000.
En Uruguay la compañía estatal Antel invertirá 140 millones de dólares este año y espera proporcionar cobertura al 25% de la población.
En Colombia la empresa ETB espera proporcionar cobertura de fibra al 85% de la población de Bogotá, una ciudad de más de 7 millones de habitantes.
Respecto a la implantación de LTE, varias compañías de la región han comenzado a desplegar redes 4G en Uruguay, Brasil, Bolivia, México o la República Dominicana, con inversiones que alcanzan varios miles de millones de dólares. No cabe duda: los próximos años serán clave para el desarrollo de las telecomunicaciones en América Latina.